- - Visión distorsionada que tienen los padres sobre las personas sordas.
 - - Baja atención que le prestan los padres al niño por razones de trabajo.
 - - Familia numerosa, y que cada uno se ha criado por sí solo.
 
- En el área cognitiva:
 - La inadecuada relación profesor-alumno, debido a un fallo de comunicación, y la falta de la no adaptación del curriculum a las necesidades del alumno. Con una baja implicación de la familia.
 - Debe de haber una relación entre lenguaje y pensamiento para facilitar el desarrollo de otras habilidades.
 - El juego simbólico, le facilitará esa relación entre lenguaje y pensamiento pero requiere estimulación por parte de las personas que lo rodean manteniendo conversaciones.
 
- Desarrollo socio-afectivo:
 - Lo primero es la aceptación de la discapacidad auditiva del niño, para poder poner en marcha una acción/adaptación.
 - En familias oyentes la aceptación es más traumática, por lo tanto no se adaptan a las necesidades del niño, que puede dar lugar a la sobreprotección o escasez de explicaciones, que desarrollará la impulsividad en el niño.
 - El contexto social debe ser integrador ya que aquí se relacionará con otros alumnos/as oyentes o sordos, con lo que desarrollará su capacidad de comunicación y creará su propia personalidad (autoestima, pensamiento moral, empatía…)
 - En la adolescencia tendrá los mismos problemas que un oyente, aunque los sordos tienen un mayor autoconcepto de ellos.
 - En el contexto laboral, el problema fundamental es la comunicación.
 
- Desarrollo sensorio-motor:
 - Los niños sordos tienen una evolución semejante a la de los niños oyentes en el periodo sensorio-motor
 - Hay que promover una estimulación temprana.
 - La recepción de estímulos es más lenta debido a que no hay un estado de alerta sonora, y el resto de los sentidos son mucho más imprecisos.
 - Su estructuración espacio-temporal es más confusa.
 - Tienen una atención dividida.
 
- Desarrollo comunicativo:
 - Exposición a la modalidad comunicativa gestual en la etapa lingüística mayor que en los oyentes.
 - La estimulación signada es importante, ya que sino retrasa su desarrollo lingüístico.
 - No crean por sí solos un sistema lingüístico gestual
 - El periodo crítico de adquisición del lenguaje es más difícil en los niños sordos. Por lo tanto lo adquieren más tarde.
 - Deben desarrollar la modalidad complementaria bimodal y palabra complementada en vez del lenguaje oral.
 
- Aceptación de la discapacidad auditiva del niño.
 - Implicación familiar.
 - Información precisa y clara.
 - Continúas adaptaciones.
 - Carácter integrador.
 - Es conveniente familiarizarse con el lenguaje de signos.
 - Formación educativa significativa, adecuada a sus intereses.
 - Escucha activa.
 - Apoyo grupal e individual a la familia.
 - Intervención conjunta entre la familia y el niño.
 - Aprovechar al máximo los restos auditivos.
 - Evitar sobreprotección.
 
Realizado por:
Fátima Romero Calvo.
Erika Mª Gálvez Quero.